1 oct 2008

Modelos de belleza


Leyendo una nota de Sandra Russo http://www.pagina12.com.ar/diario/mitologias/27-112429-2008-10-01.html sobre un tema político se desgrana el modelo de belleza impuesto por la línea política hegemónica que poco tiene que ver con la belleza de la mujer latina. Coincido en el planteo de que el modelo de belleza impuesto nos presenta a mujeres andróginas, extremadamente flacas, con prótesis para marcar sus curvas, sin carne y aparentemente sin deseo.
Al contrario la mujer latina detenta una figura con curvas pronunciadas, aunque también con prótesis agregadas en general, marca la tendencia de una promesa de descontrol y desmesura que revalúa su belleza.

Cómo desplegar la sensualidad?
Cómo no sentir que quedamos fuera del juego si no nos somentemos a alcanzar los atributos valorados por la cultura en que vivimos?


En la práctica de la Expresión Corporal-Danza nos proponemos encontrarnos con nuestro cuerpo, el real, el de carne y hueso, que llevamos y nos lleva a lo largo de nuestra vida.
La vida es un proceso que se toma su tiempo para florecer. Sentir que pusimos a germinar la semilla propia y no la que corresponde al modelo de ser de turno nos dará felicidad.

La danza nos pone frente a las ganas de vivir. Nuestra sensualidad se despliega. El encuentro con el otro, sin el tejido de las palabras en el medio, nos conecta más fácilmente con nuestras emociones. Se ponen en juego la necesidad de ser aceptados, de gustarle al otro y de disfrutar del contacto físico. También se alivian las marcas impresas en el cuerpo que nos recuerdan, en algunos casos, carencias de abrazos, miradas y sostén. Carencias que tendremos que aceptarlas y envolverlas con nuestros propios abrazos, miradas y sostenes para desarrollar nuestras potencialidades.

La sintonía que se da entre los cuerpos que bailan nos enriquece profundamente al hacernos sentir que podemos avanzar más alla del límite de nuesta piel y atravesar las fronteras del mismo para tocar, oler, jugar y crear.
Desarrollar la capacidad de crear, es encontrarnos con la posibilidad de crear un mundo dentro del mundo que corresponde al tiempo y al espacio que vivimos. La generación de imágenes es infinita, y nos conecta con nuestra verdadera riqueza.


Abramos la mirada, abramos los poros de la piel y dispongámonos a entremezclarnos con el mundo que nos rodea. Seguir el camino para poder hacer nuestra propia síntesis. Tener un baúl lleno de experiencias, que nos cueste cerrarlo, porque siempre nos queda afuera un color o una carcajada.